¿Quién es el Buda Shakyamuni?
El fundador del budismo, Buda Shakyamuni, el Buda histórico, nació seis siglos antes de la era cristiana, en el norte de la India, al pie de los Himalayas, en el territorio hoy conocido como Nepal, en una familia reinante de la aristocracia militar. Su nombre deriva de Shakya, nombre de la familia real en la que nació, y muni que significa “ser apto”. Históricamente también se le conoce como Sidharta Gautama.
Insatisfecho con la vida palaciega, Sidhartha renunció a ella y se convirtió en un asceta errante, dedicado a encontrar la respuesta al sufrimiento. Vivió una vida de autosacrificio y disciplina, serenó su mente a cambio de la casi destrucción de su cuerpo, pero no conoció la raíz del dolor ni su extinción definitiva. Después de seis años, su cuerpo estaba muy debilitado y cercano a la muerte y no se encontraba más cerca de su objetivo que cuando había comenzado. Se dio cuenta de que la autonegación era un obstáculo para el autodescubrimiento, tanto como lo era la autoindulgencia. Recuperando su salud, se sentó a meditar profundamente. Se deshizo de todas las distracciones de su mente y decidió con resolución inquebrantable no interrumpir su meditación hasta alcanzar el estado de suprema conciencia que se conoce como iluminación. Al lograrlo se convirtió en el Buda o “el Despierto” Desde ese momento, se le llamó Buda Shakyamuni: el sabio del clan Shakya.
¿Qué significa el mantra Om Mani Padme Hum?
Según los maestros del budismo tibetano, todo el conjunto de las enseñanzas del Buda está contenido en el mantra Om Mani Padme Hum.
Se piensa que recitándolo, ya sea a viva voz o mentalmente, uno invoca la poderosa y benevolente atención de Chenrezig, la expresión de la compasión de Buda. Verlo escrito tiene el mismo efecto. Lo mismo ocurre haciendo girar la forma escrita del mantra en una rueda de oración.
El Venerable Khenpo Samdup comparte la siguiente enseñanza dhármica, relativa a las diferentes interpretaciones del significado del mantra tibetano Om Mani Padme Hum.
Cada sílaba se relaciona con cada una de las Seis Perfecciones o Paramitas:
OM: Generosidad
MA: Ética
NI: Paciencia
PAD: Diligencia
ME: Concentración
HUM: Sabiduría
Cada sílaba es un antídoto para purificar los defectos de cada uno de los seis reinos de la existencia:
OM: Orgullo del reino de los dioses
MA: Envidia del reino de los semidioses
NI: Apego del reino humano
PAD: Ignorancia del reino animal
ME: Avaricia del reino de los espíritus hambrientos
HUM: Odio del reino infernal
Cada sílaba es por sí misma un mantra:
OM: Por el cuerpo de los Budas
MA: Por la palabra de los Budas
NI: Por la mente de los Budas
PAD: Por las virtudes de los Budas
ME: Por las acciones de los Budas
HUM: Por la suma de la gracia del cuerpo, el habla, la mente, la virtud y la actividad de los Budas.
Las sílabas consideradas en pares representan las cualidades del tránsito hacia la comprensión de nuestra naturaleza búdica:
OM: Representa al cuerpo, la palabra y la mente como expresiones de nuestra budeidad potencial.
MANI: Significa nuestra compasión, amor y bodhichita.
PADME: Representa nuestra sabiduría y valor necesarios para transitar el camino.
HUM: Representa la unión de estas cualidades
Su Santidad el Dalai Lama, el Bodhisattva de la Compasión, explica:
“Es muy bueno recitar el mantra Om Mani Padme Hum, pero mientras lo haces debes pensar en el significado de las seis sílabas, ya que es grande y vasto”.
¿El Budismo es una religión o una filosofía?
Un debate común entre las personas en los tiempos modernos, especialmente entre los occidentales, es si el budismo es una religión o una filosofía o una forma de vida. Si bien se practica como religión en varios países asiáticos, lo que Buda enseñó, conocido como Dharma, no es practicado sólo por budistas, ni resulta beneficioso sólo para ellos.
El auténtico significado y objetivo de la práctica dhármica es proporcionar felicidad y paz interior. La verdadera felicidad sólo puede venir del interior y sólo puede ser desarrollada internamente.
Estudiamos las enseñanzas del Buda para desarrollar esa felicidad, porque el Dharma explica el camino hacia la felicidad perfecta y nos da las herramientas que necesitamos para desarrollar la paz interior. Mediante su estudio, aprendemos muchos métodos para disipar nuestros problemas, sufrimientos, angustias y preocupaciones.